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Columna / Avestruz



No me apetece mucho escribir sobre esto, pero, en cierta forma, me ayuda a pasar este mal trago. Lo del fin de semana en Rumanía es la fiel representación, por desgracia, del nivel de organización que tenemos en el rugby de nuestro país. Además de la derrota sin paliativos ni excusas que sufrieron los Leones en Botosani, dos hechos han saltado a la palestra, por supuesto publicados por medios independientes -no fuera a ser que a la Federación Española le diera por hacerlo ellos mismos-.

Leña al fuego

Según cuentan varios medios rumanos, entre ellos Libertatea, Digisport y la agencia Agerpres, entre los más populares del país, varios jugadores de ambas selecciones se enzarzaron a golpes en la discoteca de Botosani en la que coincidieron tras el tercer tiempo. As dice que fue Macovei el que empezó la pelea tras un chiste o broma de dudoso gusto por parte de algún español. Todo acabó, al parecer, en una trifulca con hasta siete jugadores implicados (cuatro rumanos y tres españoles).

La cuestión es que, todo lo que se sabe de este bochornoso nuevo episodio en la odisea hispano-rumana, se sabe por los compañeros de los medios. Bueno, hasta hoy, en la que el diario Libertatea se hace eco de unas declaraciones de la Federación Rumana de rugby en la que "lamenta el evento de Botosani, entre los jugadores de nuestro equipo y los españoles. La Federación Rumana de Rugby analizará esta situación en detalle y tomará las medidas necesarias. Pedimos disculpas a los seguidores que estuvieron con nosotros, así como al público de Botosani". Es decir, la FRR da cierta validez a las informaciones y abrirá una investigación.

Mientras, en Ferraz, deben estar esperando los partes de los seguratas de la discoteca, cual seguro de salud esperando los mil justificantes que le hagan eludir el pago de una factura por atención médica en el extranjero. Si no pasó nada, debería aclararse; si aconteció, debería saberse qué ocurrió y, sobre todo, qué medidas va a tomar la FER al respecto. Es responsabilidad de ambas federaciones dejar de echar gasolina a la hoguera.

Jugando a la ruleta rusa

Poco antes del partido del sábado, John-Wessel Bell se caía de la convocatoria por un virus. O eso es lo que oficialmente nos contaron. Sin embargo, los compañeros de Veintidós apuntaban a que tras esa decisión se encontraba un motivo viejo conocido: la elegibilidad de los Leones. Por unas horas, las dudas salieron a relucir tras indicar este medio que la Federación Rumana de Rugby pidió revisar las fichas de algunos jugadores y comprobar si, de verdad, eran seleccionables. No olvidemos que tanto España como Rumanía fueron descalificados de la carrera por el Mundial por problemas en alineaciones de jugadores asimilados.

Este fin de semana, los Robles presentaron un plantel de 21 jugadores nacidos en Rumanía y dos no nacionales: el sudafricano Van Heerden y el tongano Moa Maliepo, en una apuesta que parecía dar carpetazo a su mala experiencia en el pasado. De hecho, en algunos foros se levantó la sospecha sobre la validez de convocar a Maliepo, quien ya ha disputado un partido con los Robles.

Sin embargo, España volvió a presentar una nómina con un elevado número de Leones asimilados, entre los que se encontraba Bell. Cómo sería la cosa, que la ficha del partido en Rugby Europe marca como XX al jugador número 23 de España. La investigación de Veintidós concluye que no es elegible por no cumplir estrictamente con el tema de residencia continuada y podríamos estar de nuevo ante una sanción que, siguiendo las pautas anteriores, podría acabar descontando a España hasta diez puntos en este Europeo.

De nuevo, en algún cajón oculto en Ferraz, debe estar el manual o política interna de verificar los jugadores que son seleccionables. ¿O seguimos para el póquer de casuísticas? Al ex internacional por un día del seven de Francia Grammatico, y a los capturados por segundos seleccionados absolutos franceses Belié y Fuster, puede unirse ahora Bell, por irregularidad en su residencia. A falta de cualquier mecanismo impulsado por estamentos superiores y con la estrategia de crecimiento del XV basada en el aporte de Leones no nacidos en España, la Federación debería dar algún tipo de respuesta oficial. Es decir, y volvemos con lo mismo, si todo fue legal, debería aclararse; si es irregular, debería explicarse por qué ocurrió y qué medidas va a tomar la FER.



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