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Columna / Aplazar la oportunidad




Es necesario ponerlo sobre la mesa ya: el partido del 29 de mayo entre España XV y los Classic All Blacks debería, como poco, replantearse. Sabemos que todo alrededor de este encuentro sigue, más o menos, como en diciembre, cuando se presentó: previsión récord de entradas y un estadio de ensueño... y confirmado. Pero, lamentablemente las cosas, hoy en día, no van tan bien. En mi anterior opinión, hablaba de que es necesaria una suspensión en firme por parte de la FER de cualquier actividad con el objetivo, no solo de evitar situaciones graves en los jugadores y público, sino también por empezar a aunar fuerzas para la temporada que viene. Así pues, la decisión no debería ser distinta para este evento, porque motivos para su aplazamiento sobran.

Kiwi House, la iniciativa privada detrás de este evento, podría pensar que debe hacer un esfuerzo descomunal para no arruinar la ilusión de miles y miles de personas que asistirían al partido. Por supuesto, también les rondará los problemas económicos por cancelar el partido o el embrollo institucional y logístico de aplazarlo. Y, en el fondo, también creo que creen tener una responsabilidad como punta de lanza que representa la iniciativa privada, esa que salvará la inacción y poco peso de las instituciones oficiales. Sin embargo, la decisión final es muy posible que la tomen otros por ellos.

Por las fechas de mediados de abril que alude en su comunicado de continuidad, Kiwi House podría ser una línea más en la reunión esa famosa extraordinaria de la FER de mediados de abril. Es más, la reunión entre las tres partes involucradas, además de por contribuir con una parte contendiente, podría indicarnos el interés de la Federación en aprovechar la corriente generada por la iniciativa privada con ellos haciendo poquito esfuerzo.

Sin embargo, espero que el sentido común prime porque, ¿qué pensarían los jugadores de no aplazarse este encuentro? Yo no lo sé, no estoy en sus mentes. Siemplemente sé parte de los condicionantes. En el mejor de los casos, los jugadores que juegan en España se plantarán con poco menos de un mes de actividad. Si se suspenden las competiciones nacionales, con cero. A eso hay que sumar que mayo está dentro del escenario B que manejan las autoridades, y que no es otro que el encierro hasta el 1 de junio. Luego estarían los que juegan en Francia, cuyas medidas son distintas. Además, están los Classic All Blacks, con algunos militando en la liga gala u otras ligas que ya han anunciado su suspensión sine die. ¿Estarían estos jugadores, igual de inactivos, con la incertidumbre de que sí, que no, que caiga un chaparrón?

Están las cosas como para asegurarle a Piri Weepu que no sólo va a poder volar a Madrid, sino que va a jugar en un estadio abarrotado cuando hace menos de un mes toda España estaba confinada para evitar males (todavía) mayores. Creo que cuanto antes se suspenda, menos será el dolor y más tiempo se ganará de cara a una eventual reubicación en el calendario que nos permita aprovechar esta gran oportunidad en las condiciones que se merece.

Foto: Domingo Torres Ortiz


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