Análisis / Campeonato de Europa (I): los Leones ante el choque de trenes
A quince días del comienzo del Campeonato de Europa, lanzo una serie de análisis del torneo y de las distintas situaciones que pueden darse. La primera entrega, cómo no, es para el XV del León.
España afrontará el primer Europeo de la década defendiendo el
subcampeonato y con las miras puestas en conquistar, por primera vez en su
historia, el campeonato. El puesto logrado en 2019 dejó una resaca difícil de
controlar y que, hoy en día, todavía dura en gran parte de la afición. Con una
única derrota en todo el año natural, frente a Georgia, el XV del León estima
oportuno que se le considere en las quinielas de favoritos para esta edición.
Con una recuperación casi milagrosa, en lo que a lo temporal se refiere, del
brutal impacto de hace dos años en Bruselas y de toda la marea que vino después, el grupo que dirige Santi Santos deberá lidiar ahora con las grandes
expectativas que se han puesto en ellos.
Gracias a la intención de Santos de no dejar pasar mucho
tiempo para que el duelo mundialista hiciera mella, y tras una temporada pasada
casi inmaculada, el equipo se mantiene enfocado en la ejecución del plan
establecido. Es tiempo ahora de seguir con él y formar una base de total
garantías para el clasificatorio al Mundial de 2023, y qué mejor prueba,
preparación y previsible éxito que el campeonato que comienza para los Leones el
1 de febrero en Rusia y que proseguirá en Madrid contra Georgia, para visitar
posteriormente Rumanía y Bélgica, antes de cerrar el torneo en casa contra
Portugal.
Último año natural
España viene de conseguir una histórica y exitosa gira por
Sudamérica, con pleno de victorias frente a Chile (22-29), Brasil (16-22) y
Uruguay (21-41), demostrando, sobre todo frente a estos últimos, que ya está en
ese nivel de clase alta del tier 2 que puede discutir con cualquiera de
su segmento. La extraña ventana de otoño, mermada por la celebración del
Mundial de Japón, dejó solo un test match, frente a Hong Kong, que fue solventado
de manera eficiente y sin muchos problemas (29-7). Previamente los Leones ganaron
un descafeinado amistoso frente a una selección occitana de circunstancias (12-17), que se vendió desde los estamentos federativos como una panacea que
nunca estuvo cerca de serlo.
Estos dos últimos encuentros sirvieron, no obstante, para
plantear alternativas y valorar la inclusión de varios jugadores que, tal y
como se ha visto en la primera concentración del año, pueden llegar a ser
relevantes en un futuro no muy lejano. Además, la nómina de leones “ascensor”
que orbitan tanto en la sub-20 como en la absoluta, como sería el caso de
Kerman Aurrekoetxea, supone una buena cantera de opciones que complementarán la
veteranía con la que, mayoritariamente, cuenta la selección.
Distintos enfoques
Sin embargo, hay una diferencia notable con dos de los
mayores rivales por el título. Las federaciones rusas y georgianas han buscado
alternativas de calidad para preparar el Europeo en enero; es decir, se han
buscado su propia pretemporada en la de otros, en concreto, en la de
franquicias de Super Rugby. Así, una selección georgiana con varios jugadores
de futuro llegará habiendo disputado dos partidos frente a Jaguares, mientras
que los rusos habrán hecho lo mismo frente a los sudafricanos de Sharks, por lo
que ambos equipos gozarán de una ventaja competitiva frente al resto de
selecciones que, en el mejor de los casos, debutarán con contadas concentraciones
previas.
Puestas las cartas sobre la mesa, y dando por buenas las
previsiones sobre estadísticas recientes, España debería poder disputar, como
mínimo, el subcampeonato de Europa, pero el calendario no favorece. Y simplemente
no es el más propicio por el hecho de que dos de los tres rivales directos
jugarán como locales, mientras que solo el tercero, Georgia, lo hará como
visitante. El hecho de que el partido más exigente, a priori, para los Leones se
juegue en casa podría tomarse como una ventaja (desde luego es mejor que
jugarlo fuera), pero los Lelos necesitarán enfocarse rápido en un bloque de
garantías que permita acceder rápido a sus opciones mundialistas. Por este
motivo, además de las situaciones intrínsecas de Rusia y Rumanía, inmersas
también en distintos ciclos, y de la progresión exponencial de España, hacen prever
que los cuatro primeros puestos del torneo sean los más disputados de los
últimos años.
Foto: URU/Unión de Rugby del Uruguay
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